Carta abierta a la Comunidad del Instituto de la Comunicación e Imagen Como muchos deben saber, en las últimas semanas
se comunicó a Fernando Valdivia y Alejandro Marambio que se les desvincularía del ICEI a partir de febrero del presente año. La decisión fue tomada por la subdirección del Instituto y se respaldó con un doble argumento: una re-estructuración en el área audiovisual y resultados negativos en las calificaciones laborales de ambos trabajadores.
La relación de Alejandro y Fernando con el ICEI es, como la de muchos otros trabajadores de nuestro Instituto, a contrata. Esto significa que acabado el período por el cual están vinculados, el Instituto puede decidir no renovar contrato y el trabajador pierde su fuente laboral. Normalmente dicha decisión está sometida a la evaluación del desempeño del trabajador y a las necesidades del empleador.
En los casos de Alejandro y Fernando,
la decisión de no renovar su contrato fue tomada con argumentos poco transparentes, lo que generó impacto en dichos trabajadores y en general en la comunidad del ICEI.
Frente a esto, como Centro de Estudiantes iniciamos un proceso de diálogo con la Directora del Instituto, Faride Zerán, y la Subdirectora, Loreto Rebolledo quien está a cargo de la re-estructuración que motivó el despido de los trabajadores.
A lo largo del diálogo, la Directora y particularmente la Subdirectora nos explicaron los procedimientos que median en una re-estructuración y justificaron la decisión de despido de Alejandro y Fernando. Al mismo tiempo, como Centro de Estudiantes, iniciamos una coordinación con los representantes de funcionarios del Instituto y del Campus (FENAFUCH), con quienes
descubrimos una serie de irregularidades en el proceso de desvinculación de los trabajadores involucrados, particularmente respecto de sus calificaciones laborales, que había hecho la subdirectora, a quien no le corresponde esa tarea: ni Alejandro, ni Fernando tuvieron acceso a ellas, no supieron quién las realizó, ni cuáles fueron los resultados, en consecuencia, no pudieron apelar.
Posteriormente, luego de una reunión entre el CECo y Dirección, los trabajadores tuvieron acceso a sus calificaciones, momento en que el jefe de personal y director económico del Instituto, José Manuel Santibañez, reconoció las irregularidades y manifestó la posibilidad de "solucionar el problema".
Al mismo tiempo, la Subdirección reconoció que los despidos se decidieron a pesar de que la re-estructuración sólo había definido el perfil que requería de los trabajadores, pero no las labores específicas, ni sus funciones. Por lo tanto, la "re-estructuración" del área audiovisual nunca estuvo lista. Incluso se reconoció que la propuesta de funcionamiento está recién terminando de ser elaborada y aún así se defendieron los despidos.
Finalmente
la Dirección del Instituto llamó a los trabajadores involucrados y reconoció el severo error en el proceso, tal como aquí hemos descrito. Ofreció a Fernando trasladarle a la Facultad de Artes en idénticas condiciones laborales y a Alejandro renovarle el contrato hasta el mes de mayo. Ambos trabajadores aceptaron, dada la necesidad de clarificar y estabilizar su situación laboral.
Como Centro de Estudiantes
declaramos nuestro asombro frente a las irregularidades y las condenamos. Nos parece inapropiado que se privilegie desvincular en lugar de capacitar (a lo que la Iniciativa Bicentenario destina XX) y que se decida terminar con el contrato de dos trabajadores sólo por "no cumplir con el nuevo perfil" (perfil, por lo demás, ambiguo e inacabado), como si fuesen elementos accesorios a la "empresa" ICEI.
Estimamos que es grave que las insuficiencias académicas en el área audiovisual sean reemplazadas tecnificando el personal de pañol, a modo de asistentes. Lo que corresponde es optimizar las horas de enseñanza en el uso de equipos.
Condenamos la dañina política que ha sostenido
la subdirectora del ICEI, profesora Loreto Rebolledo, responsable directa de este lamentable hecho, y también la directora, profesora Faride Zerán, por validar la decisión de la subdirectora.Recalcamos que esta situación le ha significado un duro momento a dos trabajadores y a sus familias, pero que también
hace dudar a los estudiantes de la voluntad real que existe de parte las principales autoridades del ICEI de construir un mejor Instituto, con arreglo a normas de convivencia solidarias y no empresariales.Hacemos un llamado abierto a la comunidad a no permitir situaciones irregulares o persecuciones, y a rechazar la lógica empresarial con que algunas autoridades intentan, en vano, resolver los problemas de nuestro Instituto. Centro de Estudiantes de la Comunicación / CECo2009
